“Me encanta retratar. Me resulta incluso terapéutico”

 
Entrevista a Óscar Arribas, fotógrafo
Óscar Arribas (Burgos, 1986) es el autor de la obra “Abstracción de jamón y queso”, imagen ganadora del I Concurso de Fotografía Gastronómica ProRetoque. Con 16 años se formó como fotógrafo especializado en medios analógicos. “Esa etapa me ha condicionado siempre como fotógrafo. Por lo visto hice algo bien  y me llamaron en un par de ocasiones para cubrir desfiles de moda”. Tras ese primer trabajo profesional entró en el mundo de la prensa, en el Diario de Burgos. “Tras pasar por alguna que otra agencia me hice freelance y empecé a cubrir eventos diversos. Finalmente me trasladé a Madrid para compaginar mi formación como fotógrafo en TAI con mi carrera como fotógrafo freelance”. Desde entonces ha cubierto desfiles en eventos como Madrid Fashion Week, ha publicado en medios nacionales, ha sido finalista en “Universo en Español” de El País y Loewe, ha expuesto en PhotoEspaña 2011 y 2013, y ha ganado el PhotoMaratón Mahou de PhotoEspaña 2012. Actualmente está inmerso en el proyecto empresarial Mood Studio, proyecto en el que se embarcó junto a varios compañeros de TAI. “Es un proyecto empresarial que a la vez nos da un soporte en el que trabajar artísticamente. Con Mood Studio hemos tenido la suerte de trabajar para Red Bull, Círculo de Economía, The Hole, la Red Innova, Lavand o Yono Taola entre otros”.
Háblenos de “Abstracción de jamón y queso”. ¿Cómo se le ocurrió realizar esa fotografía?
Venía un tiempo dándole vueltas a hacer algún proyecto fotográfico inspirado en la pintura abstracta. Viendo diversas obras me llamó la atención una en concreto ya que parecía jamón y queso y se me ocurrió la fotografía.
¿Fue complicada técnicamente?
La verdad es que no. Se trata de una placa translúcida de metacrilato sobre la que se colocan los ingredientes para poder retroiluminarlos. Es casi como si “escaneara” la imagen.
De las 939 personas que votaron, 438 se decantaron por su foto. ¿Le sorprendió?
Sí. No me lo esperaba y mucho menos viendo la calidad de las otras fotografías. Había trabajos muy buenos, muy bien iluminados y con una técnica muy depurada.
Su propuesta destacó por la originalidad, algo por lo que apostaron numerosos participantes en el concurso y que realmente sorprendió al jurado. ¿Se está abriendo una nueva vía para la fotografía gastronómica? ¿Por dónde cree que caminará la tendencia en este tipo de fotografía en los próximos años?
No soy un experto en la materia ni mucho menos pero creo que la cocina y la fotografía siguen caminos paralelos. Hoy por hoy la gastronomía es un medio artístico que además tiene la ventaja de jugar con más sentidos como el gusto y el olfato. Si al igual que en la cocina se tiende a ir mas allá con un concepto creativo, creo que se está haciendo lo mismo con la fotografía y cada vez se ven propuestas mas creativas mas allá de la fotografía de restauración tradicional. Las nuevas tendencias en el sector así lo exigen. De hecho, sin ir más lejos, en los premios Lux se pueden ver varios ejemplos de fotografía de restauración muy interesantes.

Cuéntenos un poco su trayectoria profesional. ¿Cuándo y por qué decide dedicarse a la fotografía?
Siendo niño ya trasteaba con una Ricoh compacta y con una Yashica de 35mm y cuando salí del instituto hice un grado medio de fotografía analógica. Aquello dejó de convertirse en un juego y me lo empecé a tomar en serio… ¡aunque en realidad sigo jugando! Después tuve que venir a Madrid para formarme profesionalmente como fotógrafo “digital” y finalmente me quedé aquí. Madrid te abre muchas puertas, pero no sin esfuerzo.
¿Y cuándo opta por abrir su propio estudio fotográfico?
Cuando terminábamos los estudios en TAI cinco amiguetes decidimos abrir un estudio para seguir trabajando en nuestros proyectos. Al final viendo el panorama laboral y ante la necesidad, los amiguetes se convirtieron en socios y el estudio pasó a ser lo que ahora es Mood Studio.
¿Qué tipo de servicios ofrece Mood Studio?
Hacemos fotografía industrial, publicidad, moda, retrato editorial, eventos, video y también alquilamos el estudio a otros fotógrafos que lo necesiten.
Son tiempos de confusión para la fotografía profesional. ¿Cuál es la clave para sobrevivir a esta época de cambios?
Adaptarse a los cambios. Hay que estar en continua formación siempre. Vivimos en una época en la que cada uno o dos años el flujo de trabajo cambia o se actualiza. Además una buena estrategia de marketing es clave para llegar a los clientes, y más ahora como están las cosas. Y es muy importante no tirar los precios por los suelos, las cosas cuestan lo que cuestan.
En su web se puede apreciar que es un fotógrafo muy polifacético.  ¿Qué tipo de fotografía le gusta más?
Me gusta todo tipo de fotografía pero hay una que me llena. Me encanta retratar. Me resulta incluso terapéutico. Se pueden aprender muchas cosas retratando a la gente.
¿Qué equipo suele utilizar?
Normalmente suelo trabajar con una Canon EOS-5D Mark II y a ser posible con ópticas fijas, aunque el 24-70mm es muy resolutivo en cualquier situación. Si es un retrato o algo más personal, o si la ocasión me lo permite, uso una Hasselblad 503CW o una Graflex de 9×12 y película Tri-X de 400 ISO.
¿Sacará provecho al premio del concurso?
Por supuesto, es una óptica excelente que no debe faltar en la maleta de ningún fotógrafo industrial con equipo Canon. Tengo grandes planes para él. Sin duda es de las ópticas más nítidas que he visto nunca.
¿Qué programa usa para gestionar el flujo de trabajo? Lightroom, Aperture…
Trabajo con Adobe Bridge pero solo por costumbre. Tiene herramientas excelentes pero me resulta un poco “torpe”. Estoy barajando la posibilidad de integrar Aperture en mi flujo de trabajo. Adobe debería trabajar en el motor de Bridge de cara a futuras versiones.

¿Cuánto tiempo dedica a la postproducción y retoque? ¿Lo realiza usted mismo o prefiere externalizarlo?
Si el presupuesto y el trabajo me lo permiten prefiero externalizarlo. Ese tiempo extra permite gestionar un negocio con más comodidad. Si es algo más artístico o personal el proceso queda en mí exclusivamente.
¿Qué le parece una herramienta como ProRetoque? ¿Qué cree que puede aportar al fotógrafo o al retocador profesional?
Me parece una herramienta fantástica. Creo que aporta tiempo al fotógrafo. El tiempo es oro y en el caso del fotógrafo ese tiempo que dedica al retoque lo puede dedicar a captar nuevos clientes, llevar a cabo una estrategia comercial, realizar otros trabajos o simplemente descansar.
Por cierto, ¿“Abstracción de jamón y queso” llevaba algún tipo de retoque? ¿Cuál?
La imagen tiene un ligero trabajo de licuado. Intenté dejar las piezas lo mas cuadradas posible para que pareciera un cuadro abstracto, pero mis habilidades como “home economist” no son muy buenas y tuve que recurrir al filtro licuar para completar la forma. Aparte se ha limpiado un poco el metacrilato y tiene una capa de ajuste de curvas para darle más contraste y corregir los niveles de salida de blancos y negros.
La última… ¿qué le gustó más: el jamón o el queso?
El jamón. Era muy caro, pero estaba de lujo.