“En fotografía de boda ahora se busca naturalidad, originalidad y diversión”
Alejandra Agudelo, ganadora del III Concurso de Fotografía ProRetoque
Alejandra Agudelo (Arévalo, 1991) es una joven fotógrafa a la que le encanta el reportaje nupcial. Sabe que la situación actual no es sencilla pero aspira a abrirse camino apostando por las nuevas tendencias en fotografía de boda y por la promoción a través de las redes sociales. En su primer trabajo profesional de una boda obtuvo la imagen ‘Al vuelo y al cielo’, que le ha servido para ganar el primer premio del III Concurso de Fotografía ProRetoque.
Háblenos de ‘Al vuelo y al cielo’. ¿Cómo se le ocurrió realizar esa fotografía?
La postboda la decidimos realizar en el campo, en unas pequeñas tierras a las afueras de mi localidad en busca de girasoles. Pero fue ver las alpacas de paja e irnos hacia allí directamente. Hicimos varias fotos, varias poses, varios encuadres y se me ocurrió que se tumbarán detrás, levantaran las piernas y enseñaran el calzado. Pero no me convenció del todo, lo veía soso y fue cuando les dije que tiraran al aire el ramo y la pajarita… y el resultado nos encantó. Desde entonces se ha convertido en una de mis fotos favoritas.
¿Fue complicada de realizar?
Complicada no, pero nos llevó su tiempo. Realicé varias tomas hasta que en el encuadre quedaran ambos elementos más o menos simétricos, a la misma altura… hasta que me convenció del todo, vaya. Manías de fotógrafo.
Su foto ganó con 468 votos y la segunda clasificada recibió 464. Menudo final, ¿no? ¿Le sorprendió ganar?
Sí, la verdad que fue un ‘sprint final’ gracioso. La competencia entre las dos fotografías que íbamos en cabeza fue espectacular. Aprovecho para agradecer a todos los que me apoyaron porque muchos amigos y conocidos se volcaron para apoyar mi foto. ¿Me sorprendió ganar? La verdad es que sí, porque durante toda la semana la otra fotografía iba por delante sacándome casi veinte ‘me gustas’, pero entre el jueves y viernes cuando recibí una avalancha de votos. Una vez más: gracias a todos por el apoyo recibido.
Su propuesta destacó por la originalidad y el toque de diversión que le aporta a la idea de matrimonio, una tendencia que cada vez tiene mejor acogida. ¿Se está abriendo un nuevo estilo para la fotografía de boda?
Sí. Es una tendencia que está conquistando a muchos futuros novios. Lo típico ya se hace algo pesado. Las poses directas y estáticas no tienen apenas emoción. Incluso el exagerado retoque o el montaje de localizaciones parece que se está quedando atrás. Ahora se busca naturalidad, originalidad, diversión, transmisión de sentimientos y emociones de forma espontánea y formar parte de un espacio real. Es importante lo que quieran los novios también, claro.
¿Cuesta que los novios acepten este tipo de sugerencias? O, por el contrario, piden fotografías cuanto más originales mejor.
En el primer contacto suelen aceptar bien las sugerencias del fotógrafo. Por mi experiencia, no les cuesta, incluso se sueltan más y suelen pedir fotografías más originales y que se salgan de lo típico.
¿Qué es lo más complicado a la hora de fotografiar una boda?
Los detalles ceremoniales y protocolarios. Tienes que estar más que preparado para no perder esos detalles, puesto que no se repetirán. Estar en el sitio correcto, con el diafragma, la velocidad y el ISO calculado, con el flash a punto y el enfoque preferiblemente en automático. Es decir, haces los cambios oportunos antes de que esas escenas sucedan.
Es una fotógrafa joven que acaba de iniciar su trayectoria profesional. ¿Cómo percibe la situación actual del sector?
Difícil. Hay una corriente puntual estacionaria, las comuniones en mayo y las bodas a finales de primavera, verano y principios de otoño. El resto de la temporada el trabajo en este sector escasea. Muchas cámaras profesionales están a muy fácil disposición, las impresiones y revelados pierden importancia… Hay una revolución digital y los negocios físicos son los más afectados. Por ello somos muchos, de los que estamos empezando, en hacerlo de forma alternativa al resto, con un estilo que destaque pero abierto a otros y una promoción por las redes sociales, que están teniendo mucha fuerza.
¿Cuándo y por qué comenzó a interesarse por la fotografía?
Siempre me ha gustado la fotografía. Ciertamente más salir en ellas que hacerlas. En cuanto terminé bachillerato iba encaminada a hacer Periodismo (como digo, lo de salir delante de cámara me encantaba) pero el camino giró hacia estudios más técnicos y, mediante amigos, decidí hacer el ciclo de Imagen y Sonido. Más de la mitad de las horas estaban dedicados a la fotografía y me di cuenta de que ése era mi sitio. Posaba sin problema y sin timidez ante mis compañeros, quienes me dicen que tengo un don para estar delante de cámara por mi espontaneidad. Quizá por eso cuando estoy detrás de ella percibo con tanta facilidad la escena y entiendo y sé qué es lo que quiero que transmita el modelo. Y aquí estoy, empezando y dispuesta a aprender más.
¿Cuáles han sido sus referentes? ¿Algún fotógrafo al que siga especialmente?
Sigo muchos fotógrafos, pero adoro cada retrato de Annie Leibovitz… la moda vista desde Richard Avedon… Guy Bourdin, de quien realicé un proyecto… y el surrealismo de David LaChapelle me fascina. También Chema Madoz, que tiene una creatividad ilimitada o Isabel Muñoz… y Robert Capa, que me impresiona.
¿Y algún fotógrafo de bodas que le llame la atención?
Enrique Oliver y Fran Russo me gustan mucho. Y Ángel Torres, de Valladolid y muy conocido en la zona, también es excepcional.
¿Qué tipo de fotografía le gusta más?
La fotografía de moda, percibida también de la misma manera que la fotografía nupcial, sobre todo para publicidad. Y la fotografía de boda… es que es sensacional. Y también me gusta la fotografía documental… aún tengo la espinita periodística.
¿Qué equipo suele utilizar?
Cámara Canon EOS 600D, Objetivo Canon 18-55 mm, Tele Sigma 70-300, dos trípodes (uno pequeño, flexible), flash exterior Canon SPEDLITE 480 XII.
¿Ya tiene decidido cómo empleará el premio?
Aún no lo tengo decido, pero estoy segura de que aprenderé muchas cosas y lo aprovecharé.
Por cierto, ¿’Al vuelo y al cielo’ lleva algún tipo de retoque?
Un retoque de contraste y máscara de equilibrio de color para dar mayor calidez.
¿Qué tipo de retoque suele aplicar a sus fotografías?
La iluminación, mediante curvas y la temperatura de color. Algún retoque de belleza suave para eliminar marcas, manchas o detalles indeseados.
Última pregunta: ¿cómo se llaman los novios de “Al vuelo y al cielo”?
Los novios, mis primeros novios en esta experiencia, son Cristina y Álvaro. Desde aquí darles las gracias por haber confiado en mí y por la paciencia que tuvieron. Siempre les estaré agradecida… ¡y que sean muy felices!
¡Pues enhorabuena para ellos también!
Alba Vera
20 noviembre, 2016 at 7:08 pmMe siento muy identificada con esta entrevista, ya que el tipo de fotografía y forma de captar las bodas tiene mucho que ver conforme yo las veo. Mi más sincera enhorabuena por este premio!