En este artículo te contamos los más comunes:
El retoque de piel es un proceso que elimina las imperfecciones, haciendo que la piel se vea más suave, eliminando las arrugas y otros aspectos que distraen. Sin embargo, cuando el retoque va demasiado lejos y las personas comienzan a verse irrealmente perfectas, no cumple con las expectativas de los espectadores. El exceso ocurre cuando se usan herramientas de suavizado o desenfoque para hacer que la piel sea demasiado lisa, brillante o impecable. Otro fallo es eliminar por completo las líneas de expresión de un rostro, ya que lo deshumaniza y por ello le resta personalidad.
Un error que se comete cada vez más en la actualidad es agrandar los ojos. La idea de agrandar los ojos para hacer que una persona sea mas atractiva se ha utilizado durante décadas. Además, los programas de edición facilitan mucho este trabajo hoy en día, pero no hay que pecar de exagerar rasgos porque dan un aspecto demasiado artificial y surrealista de la persona. Otro retoque utilizado, pero con él que hay que ser sutil, es el de blanquear en exceso los ojos y dientes, ya que visualmente. Como comentábamos anteriormente, también pierde en muchas ocasiones ese realismo que queremos conseguir.
Una fotografía profesional ha de estar enfocada y nítida, especialmente la zona de los ojos de la persona fotografiada. Esto le dará un extra de personalidad y fuerza a la imagen. Es muy importante evitar que el enfoque sobrepase el nivel óptimo porque añadiría ruido y se acentuarían líneas de expresión que no favorecerían a la imagen.
El último error que vamos a comentar en este artículo es algo que parece básico, pero a día de hoy sigue ocurriendo. Al prestar tanta atención al retoque de la piel o la modelo, a veces nos olvidamos del resto de la fotografía y tiene por supuesto, la misma importancia.
Así que recordad, el retoque tiene como fin llegar a ese equilibrio de mejora visual, pero sin que se note
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