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29 marzo, 2016

Los errores más comunes en el retoque de arrugas y cómo evitarlos

El retoque de arrugas es uno de los aspectos que más trabajo suele dar en las sesiones de retoque de fotografías de moda para eCommerce y, por lo tanto, donde más errores suelen cometerse. Lo más importante para obtener un resultado óptimo es no retocar en exceso para obtener un resultado natural.
El error más común cuando hablamos de arrugas es la eliminación total de las mismas, una opción que resta naturalidad a la fotografía. Pero no es el único error: para que el resultado final sea perfecto, y real, el retocador debe tener en cuenta tanto las herramientas que utiliza como la superficie sobre la que trabaja -arrugas sobre una prenda o en la piel del modelo-.

Cómo elegir la herramienta correcta

Para el retoque de arrugas el retocador cuenta con diversas herramientas, como el tampón de clonar o el pincel corrector. Todas se basan en la copia y corrección de los valores de luminosidad, ya que estas pequeñas líneas son percibidas a causa de las sombras que les confieren los distintos volúmenes. Pero existe cierta controversia a causa del resultado que ofrecen unas y otras. Hay que tener en cuenta cuál es la necesidad de cada imagen para saber cuál es la herramienta más indicada en cada caso.
Cuando las arrugas se producen por tensión en las prendas, por ejemplo, hay que conseguir que el resultado no sea plano. En estos casos, el error más común es aplicar una separación de frecuencias sin percatarse de que hay que tener cuidado con los bordes de las prendas. Lo ideal sería hacer una selección del borde y aplicar un calado. Cogiendo la herramienta de selección rápida -el pincel que hace una selección copiando la luminosidad-, se utiliza el pincel corrector o el tampón de clonar. De esta forma preservamos el borde con más precisión ya que podemos pintar dentro de la zona seleccionada sin tocar el fondo.

Retoque de arrugas

Retoque de arrugas


Si se trata de una camisa en la que la tela queda tirante entre botón y botón, no debemos hacer uso de un pincel corrector o un lazo, ya que estas dos herramientas corrigen utilizando la información de los píxeles que rodean el área más próxima. En este caso habría que utilizar una herramienta de clonado porque estos pequeños huecos suelen dejar al aire partes de la piel del modelo, por lo que es una zona donde no hay información de la propia camisa que queremos reproducir.

Cómo preservar el color y la textura de la prenda

Cuando trabajamos el retoque de arrugas de las prendas, no debemos olvidar que cada tejido tiene una textura determinada. Si no queremos obtener un resultado en el que el retoque sea evidente, debemos ser muy cuidadosos y precisos a la hora de realizar las correcciones.
Aunque corrijamos la luminosidad de la zona donde se encuentra la arruga para eliminarla, es importante preservar el tono original de la prenda. Muchas veces éste se pierde por el abuso de un mismo grado de luminosidad en toda la prenda. Éste es un error muy frecuente cuando se retoca a través de parches. Un parche hace una selección del área que se quiere corregir y mezcla la muestra con la superficie sobre la que va a situarse. Esta técnica puede resultar un poco agresiva si no tiene cuidado al seleccionar la muestra correcta.
Otro error muy común es no tener en cuenta los bordes cuando trabajamos con clonados. Por una parte, si el retoque se hace en la propia prenda, hay que procurar que la muestra se funda con su ubicación de destino, para que no se note que ha sido pegada encima. Por otra parte, si la corrección es en la zona del borde de la prenda, corremos el riesgo de que no se funda con el fondo y pierda la definición de sus contornos. Esto suele suceder con las prendas vaqueras y cuando se retocan las partes internas de los brazos con algunas chaquetas. La clave para evitarlo está en la utilización del pincel corrector.

Cómo mostrar una piel perfecta y natural

Para la corrección de arrugas en la piel de un modelo, hay que tomar prácticamente las mismas precauciones pero siendo aún más cuidadosos si cabe. Hay más posibilidades de que el consumidor reconozca un error en el cuerpo de un modelo que en la propia prenda. Y eso, obviamente, acabará por distraerle de lo verdaderamente importante: la fotografía del producto.
Eliminar todas las arrugas está prohibido en retoque: la naturalidad es lo que debe imperar. Las piel, por perfecta que sea, tiene algunas arrugas y quitarlas completamente resta naturalidad al resultado final. En el caso de las modelos femeninas se suelen corregir más arrugas porque se pretende mostrar una piel más tersa, pero sólo hay que eliminar algunas, como líneas de expresión o patas de gallo en los ojos. Borrar, por ejemplo, las arrugas que se producen en el cuello al girar la cabeza en una determinada pose, sólo conseguiría que la modelo parezca una muñeca.
En la parte del tronco, hay que tener cuidado con los retoques en los pliegues de axilas y codos. En las axilas se suele dejar un solo pliegue entre pecho y brazo, siempre que el resultado sea natural. En el caso de los codos, se eliminan las oscuridades que producen esos pliegues más elásticos propios de las articulaciones. Se trata de suavizar cualquier elemento que pueda desviar la atención de la prenda que se está mostrando, pero ofreciendo un resultado natural.