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12 abril, 2016

El retoque de tejidos y estampados

RETOQUE DE TEJIDOS

El retoque de moda para eCommerce precisa de un gusto por el detalle que determina la naturalidad del resultado. Por ello, cuando hablamos del retoque de tejidos, hay que hilar muy fino con los entramados de los tejidos y sus estampados.
El error más frecuente en el retoque de fotografías de moda es clonar en exceso, sin respetar la línea natural de los tejidos. Por ello, los expertos retocadores de ProRetoque recomiendan observar siempre con detenimiento el resultado final de la imagen completa ya que, muchas veces, no se tiene en cuenta que las correcciones se hacen con un zoom bastante amplio y es posible que así no se aprecien correctamente los cambios en el conjunto.
En el retoque de tejidos, es importante tener en cuenta el entramado del propio tejido, su textura y su caída natural. En una prenda de lana, por ejemplo, hay que extremar el cuidado en el retoque de los bordes de la prenda, evitando eliminar por completo esos pelitos que sobresalen y que le dan ese aspecto de encrespado natural. Sin ellos, o con ellos ‘rasurados’, sería evidente el recorte y la fotografía perdería naturalidad.
RETOQUE DE TEJIDOS
Apreciar el volumen de los tejidos en una fotografía de eCommerce depende, en primer lugar, de cómo esté iluminada la prenda en el momento de la toma. Si la iluminación es frontal tal vez no se aprecie con total nitidez la textura del tejido. Para evitar este problema, lo ideal es aumentar la iluminación desde otros ángulos para resaltar las formas de la prenda y mostrar con claridad el aspecto esponjoso de la lana o el grosor de abrigo que, sin la luz adecuada, podrían mostrar una textura plana.
Para corregir una mancha o alguna zona donde se ha quedado un punto del tejido muy abierto, por ejemplo, lo más rápido es eliminar esa zona y retocar la imagen con un parche tomado de otra zona de la prenda en perfectas condiciones.
Los materiales más complicados de retocar son el ante y el charol. La textura del ante requiere tener mucho cuidado con el peinado de las distintas zonas de la prenda, para que las zonas corregidas encajen perfectamente con el resto sin que se aprecien cambios de tonalidad. El charol, por su parte, es un material con mucho brillo y eso complica el trabajo con parches y clonados, por los distintos niveles de luminosidad. En estos casos, lo más adecuado es utilizar las herramientas de mayor precisión, como el pincel corrector.
Cuando hablamos de entramados, como un encaje en lencería por ejemplo, la tarea es muchísimo más sencilla. La definición del patrón de este tipo de acabado es menos precisa por lo que el clonado y parcheado son más fáciles de llevar a cabo, manteniendo siempre la naturalidad en el aspecto final de la prenda.
retoque de tejido estampado
 
Por el contrario, el trabajo con estampados suele ser más complicado para el retocador. Para el retoque de tejidos, cada retocador suele tener su propio modus operandi para evitar que un simple detalle -como una arruga, por ejemplo-  pueda estropear la apariencia del tejido. La clave en estos casos suele estar en jugar con la selección y el clonado de los distintos elementos del dibujo. En una camisa con lunares y completamente arrugada lo más recomendable es hacer una selección con la varita mágica y muestrear el color del estampado. De esta forma, a través del grado de tolerancia, el programa hace una selección conjunta de todos los motivos que cumplan única y exclusivamente esos requisitos de color. Cuando ya se tiene seleccionado todo el motivo, se utiliza una máscara rápida para que la copia de la muestra quede bloqueada frente a los futuros cambios. Esto permite hacer modificaciones en el original manteniendo intacto el patrón del dibujo.
A la hora de realizar un retoque de tejidos, sea cual sea la base, lo fundamental es ponerse en el lugar del consumidor de un eCommerce. Se trata de intentar adaptar la vista a la de alguien que no ha visto la fotografía sin corregir: si los ojos se van directamente hacia la zona retocada es porque la corrección es demasiado evidente, y hay que mejorarla; si, por el contrario, los ojos perciben el conjunto de la prenda en una visión homogénea, el retoque ha logrado su cometido.