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19 enero, 2016

El retoque sobre la piel

Cuando hablamos de fotografía de eCommerce, uno de los elementos más importantes es el modelo. Aunque no se trate del producto en sí mismo (o sí, en el caso de productos de belleza, por ejemplo), el aspecto del modelo influye muchísimo en la decisión de compra. En la mayoría de ocasiones, lo que se consigue con el retoque es corregir pequeños detalles que podrían restar importancia a las prendas, manteniendo el aspecto natural del modelo. Y dentro de esta tarea, el retoque de pieles es de lo más importantes.
En la zona facial, las correcciones más comunes son las de pecas, lunares y ojeras. Para los lunares y cualquier otra manchita en la piel, se utiliza una máscara de capa y se modifica el color. En el caso de las ojeras, lo que se hace para obtener un resultado natural es clonar la luminosidad para eliminar ese trazo oscuro bajo la cuenca del ojo.
En el caso de los chicos, también hay que tapar cualquier pequeño corte que haya podido producirse por el afeitado o los granitos y rojeces. Para ello, se realiza un parcheado mediante el que se mezcla el color de los píxeles de alrededor hasta conseguir un tono uniforme. El mismo procedimiento se utiliza para suavizar algunas arrugas de expresión.
Para los ojos, el recurso más utilizado es el de reforzar las líneas del contorno para aportar más expresividad a la mirada. Además, se corrige el reflejo en las pupilas para que el enfoque sea nítido y se resalta el color del iris. También se trabaja el blanco del ojo, sobre todo si el eCommerce da la posibilidad al cliente de hacer mucho zoom en la fotografía. El globo ocular humano presenta pequeños capilares, distintos tonos de blanco y hasta algunos lunarcitos internos. Para un resultado homogéneo, se utiliza una capa de ajuste y, poco a poco, se va rectificando el color.
Si bajamos hasta las manos, el retocador debe lidiar con padrastros, uñas amarillentas o sin arreglar… Y lo mismo puede ocurrir con los pies en las fotos de sandalias, por ejemplo. En este caso, el retoque se hace mediante la corrección del color y la clonación.
 

Retoque fotográfico de piel

Retoque fotográfico de piel


En el resto del cuerpo, con lo que más se suele trabajar en pieles es con los tatuajes. Hay marcas que los potencian y exhiben en su eCommerce, pero la mayoría opta por taparlos para no restar protagonismo a las prendas. Para eliminar un tatuaje, el retocador lleva a cabo una separación de frecuencias y clona tanto el volumen como la textura de la zona.
Por otro lado, hay determinados retoques que se hacen para rectificar detalles que aparecen en la piel del modelo durante la sesión fotográfica. Con el paso del tiempo surgen rojeces, hinchazón y sequedad en los labios, por ejemplo. Si el modelo está mucho rato de pie, termina teniendo rojeces en las manos, los talones y en articulaciones como las rodillas o los codos. En estos casos se iguala el color con el de la cara, que está maquillada.
Para las venas, que también suelen hincharse, se corrige la dominancia del color si son azuladas, pero lo que más se trabaja es el volumen. Para eliminar el relieve se corrige la luminosidad hasta que la zona queda uniforme.
En los labios hay que corregir las pequeñas grietas, marcas blanquecinas y pieles sueltas que se forman sobre todo en las comisuras.
Al final lo que se pretende es que el resultado sea bonito, natural y discreto, ya que lo que se busca es que el protagonista sea el producto o la prenda. Todo lo demás es accesorio, un mero complemento que ayuda al cliente a hacerse una idea más real de lo que va a comprar.